viernes, 3 de junio de 2011

Por qué comes, cómo comes lo que comes...

¿La comida nutre tu organismo o satisface tus necesidades insatisfechas?

Como dije en otro artículo, que si vas a iniciarte con una dieta, gimnasio, y a visualizarte descendiendo de  peso,  o deshaciéndote de los rollitos, tienes que identificar la emoción que te tiene atrapada/o, y que fomenta tu consumo desmedido de comida...
Algunas personas empiezan una dieta y apenas bajan su primer kilo, devoran hasta la última fuente que se coloca en la mesa, tratando de obtener complicidad de los otros comensales, tomando a chiste el dicho "Qué le hace una mancha más al tigre".
Otras, tienen el pensamiento de "Uno", y van destapando eso de lo que se van a servir "uno", pero lo dejan a mano, o no le quitan la vista. Generalmente esas personas necesitan recurrir a por lo menos una de sus debilidades para soportar la presión del día. Personalmente tuve una época de mucha presión y ansiedad y devoraba un chocolate diario por mañana, era como alternar hiperventilación y un "cuadradito" de chocolate, hasta que me vi comiendo esa ración, y moviendo la pierna nerviosamente, y dije: Basta! Tengo que bucear en esta ansiedad y comprender el mensaje, y no taparlo con chocolate. Puede parecer una nimiedad, pero les aseguro que no.
Otra forma viciosa con la comida es la de hablar en diminutivo para tapar los excesos: "De postre comí solamente un flancito", (lamentablemente es como cuando el alcohólico dice: "No tomé mucho... un vinito nada más".
Algunas personas adquieren ropa nueva, o un nuevo equipo de audio, como juguetes de adultos, cuando están desinflados emocionalmente, pero el tiempo en que uno se termina el helado de más, o el chocolate de más, o la segunda hamburguesa, transcurre tan rápido! y enseguida afloran de nuevo las penas, y para mayor dolor, la culpa por el desliz, y el exceso de peso.
Así como con el dinero, influye lo que pensamos, y como nos relacionamos con él es casi un espejo de cómo nos relacionamos con otros aspectos de nuestra vida, nuestros pensamientos sobre la comida o nuestro peso, sea ideal o no, determinan nuestra relación con uno mismo y con los demás.
 

1 comentario:

  1. GRACIAS POR ABORDAR ESTE TEMA CON EMPATÍA Y SERIEDAD.
    LUCAS SILAVI.
    DESDE NEUQUEN.

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