“Yo creo, no desde mi intelecto, no desde mi racionalización, sino desde la esencia más íntima de todo mi ser, que si Dios me ha creado, si Dios ha puesto dones o talentos en mí, si ha puesto capacidades en mí, que ni siquiera he descubierto aún, yo decido, que no voy a oponerme de ahora en más, y que sólo estoy cada día más y más en condiciones de explotar esas habilidades, y descubrir las que están ocultas, porque deseo impregnarme de la esperanza que Dios puso en mí cuando me creó, y con la misma esperanza, haré y seré todo lo bueno para lograr un cambio importante en mi vida.”
Cualquier cambio cuesta. Y no es esfuerzo. Esforzarse es necesario para vivir miserable. Cuesta tomar decisiones, cuesta pensar y actuar de manera diferente. Pero vale la pena. Y nadie puede ayudar, es asunto de uno mismo con si mismo. Saludos a todos!!! Victor.
ResponderEliminar