Yo creo en un Dios Sabio... Por lo tanto, yo creo que si Dios me creó, tenía grandes esperanzas conmigo. Entonces, yo creo, que Dios me dio una mente, un cuerpo, y un alma para llevar a cabo mi realización personal y una vida en plenitud. Este cuerpo, esta mente, y esta alma que tengo, no es ni un centímetro más pequeño que mis sueños realizables. No es mi mente más pequeña que mis deseos de tener una vida plena en pareja, solvente económicamente, etc. No es mi cuerpo más pequeño, ni menos inteligente que mi mente, para no lucir como de verdad lo desea mi propia esencia. No es mi espíritu tan pequeñito ni doliente, para haber llegado hasta aquí, con una historia para contar.
Yo creo, entonces, con todo mi cuerpo, con mis órganos, con mis corpúsculos, con mis músculos, con mi piel, con mis sentidos, con mi estatura, con mis cabellos, con todo mi campo energético, con mis mejores sentimientos, con mis mejores virtudes, con mi mayor generosidad, con todo mi corazón, con toda mi alma, con mis capacidades descubiertas y por descubrir, que soy profunda y ciertamente capaz, de darle un cambio inteligente, espiritual y rotundo a mi vida, y que aunque hoy no sepa cómo, se que esa respuesta está a mi servicio y la encontraré y la seguiré.
