lunes, 30 de mayo de 2011

Aprendiendo a decir NO a la glotonería.

Se come en exceso para calmar una necesidad, para ocultar un problema, para no elaborar una angustia, y luego se tiene culpa por todo eso y por haber comido demasiado, y por haberle echo eso al cuerpo, para luego, decidir, sin percibirlo, que se ha elegido al cuerpo para el autocastigo.


En las personas menos asertivas, es un problema decir que no ante una invitación a comer, cuando estamos visitando a personas caras a nuestros sentimientos. Seguramente el anfitrión también tiene una especial relación con la comida, y necesita cómplices, dado que no puede entender que, aunque débilmente, le digas que no, que ya has cenado.
Una vez estaba hospedada en un hotel, con una comitiva laboral, en Brasil, y como el hotel ofrecía el desayuno americano, al que por ese entonces nosotros no estábamos acostumbrados, la mayoría de nosotros, comíamos y mezclábamos de todo, bajo el paradigma de que "Hay que aprovechar"... cuando bien podríamos haber dicho que no era necesario comer todo, porque simplemente estaba ahí.
Otras personas tienen sólo dos kilos más de lo que deberían, por su altura, y no se considera obesidad, pero constituye un sobrepeso estético, que va de la mano de adiposidad y flaccidez, y juntando voluntad, emprenden una dieta y actividad física, pero tienen tan internalizada la ingesta de carbohidratos, bastante almidón y azúcar.
Entonces pregunto: ¿Una persona puede bajar de peso rápidamente y mantenerse si emprende una acción y hace una visualización viéndose delgado?

(Busca la respuesta en la entrada que tiene como título esa pregunta.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario